4. subiendo al tren

Una de las razones por las que LB no se llegase a acabar fue, sencillamente, que no se trató de un proyecto independiente, con inicio y fin, sino que se encontraba inmerso en un proceso de evolución y cambio. LB carecía de la madurez de base necesaria que hubiese podido sostener el trabajo a lo largo del periodo de su producción: le faltaba la confianza que ofrece un respaldo conceptual.

Durante aquellos años, y desde tiempo atrás, no era la realización de un proyecto de animación lo prioritario, sino que nos encontrábamos inmersos en un largo y permanente proceso de búsqueda de un nuevo dibujo, de una nueva forma de dibujar. Aquella búsqueda arrastraba cualquier otra idea que se interpusiera en el camino. Estaba llena de contradicciones, y creaba una gran inestabilidad en cualquier posible nuevo proyecto que mostrase intención de continuidad.

En realidad, LB fue la última parada antes de que el tren llegara a la abstracción formal, o al menos así se vio en aquel momento. Tras el intento inconcluso de LB, se sentía que la figuración ya no era necesaria. No había que depender más de unas formas que habían ido desinteresando más y más a lo largo de aquellos años.

No obstante, la abstracción llegó en 1999 también por otras causas. A partir de ese momento empieza una nueva etapa. En cualquier caso, en lugar de seguir relatando esta cronología, nos parece este un buen punto para seguir considerando otros aspectos de Los Bills.

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